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La frondosidad y enorme riqueza de huertas del valle del
Eresma viene dada por la presencia del agua que, sabiamente conducida y
distribuida por los habitantes de esta parte de la ciudad desde tiempo
inmemorial, permitió la subsistencia de una buena parte de la población. Este es un recorrido por un paisaje heredado, el de las
afamadas huertas de San Lorenzo, al que debemos tanto y que debemos seguir
conservando.
Guía David Martín Carretero, Licenciado en Biología. Trabaja desde hace
varios años en tareas de educación ambiental, interpretación del patrimonio,
divulgación y diversos estudios sobre patrimonio natural y cultural en la
provincia de Segovia. |